domingo, 26 de diciembre de 2010

Abruptamente recobro la noción del presente y tu silueta es lo primero que diviso en este difuminado escenario, lo extraño, es que no sé dónde estoy y ni siquiera sé quién eres, al menos mi cuerpo no te reconoce, pero extrañamente mi alma se estremece; tu cálida mirada se ha clavado en mis ojos y nuestras almas se saludan a través de una conexión cósmica de la cual solo es testigo Dios.

Te acercas a mí, con paso decidido haciendo reaccionar mi cuerpo, acercándose, a la vez, a ti; como queriendo que la distancia que nos ha separado por tanto tiempo nunca hubiera existido.

Tiernamente poso una de mis manos en tu mejilla, y sin decir ninguna palabra, nos besamos, suavemente, lento, recuperando todos los besos que nunca nos dimos, dándonos las caricias que ya se habían perdido en el espacio, porque de seguro, alguna vez te las di, no es posible querer tanto a alguien y requerir de esta droga sin haberla probado.

Entonces, bobamente nos miramos, fijamente, queriendo hablarnos aun sin hallar las palabras adecuadas para tan impactante encuentro, pero, el silencio gana la batalla y realmente no importa demasiado, no son necesarias las palabra; el amor habla a través de los ojos y exhala su libido por nuestros poros.

Lenta y sensualmente sacas tu camiseta, sin poder esperar, y nos besamos nuevamente, cuando abro los ojos un instante, veo una silueta familiar, una pobre alma en pena que en teoría ya estaba fuera de mí, me mira fijamente, intentando llamar mi atención. Solo le dedico una mirada, una súbita mirada de adiós y compasión, pues ya he encontrado lo que hacía mucho había perdido, por lo que su recuerdo ya no me atormentaría más; cierro nuevamente los ojos y me dedico ciegamente al ser que abrazo, beso y acaricio.

Con esa bella imagen, llena de amor y pasión, comienzo a retroceder retrospectivamente, girando todo a mi alrededor, los colores se difuminan y abruptamente vuelvo al comienzo, agitado y ligeramente excitado, veo el techo de mi habitación, preguntándome… en donde te encontraras, mi amor.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Es inevitable que se dibuje una sonrisa cuando me acero a navidad, es una época tan especial, llena de amor, deseos, esperanza y sobretodo recuerdos; cada aroma a canela, pasas, pan de pascua, cola de mono, etc. Te transporta mágicamente a un mundo donde lo malo no puede tocarte, y es triste penarlo, ¿Por qué no podremos tener esta energía y esta felicidad todo el año?; es lamentable que la compasión y la solidaridad sean semillas que germinan solo en ciertas épocas del año, como la pasada teletón, los cumpleaños, y esta apoca maravillosa que es la navidad. Todos deberíamos siempre estar sonrientes, ser gentiles con nuestro entorno, servicial, cálido, empático, solidario; pero bueno, al menos tenemos una época en donde la colectividad mundial hace florecer en cada uno estos sentimientos llenos de vida y de candidez espacial.

Es extraño, en estas fechas vienen recuerdos lejanos de amores, desamores, peleas, revelaciones, malos ratos, pero la felicidad y la magia que hay en nuestro alrededor y en cada uno de nosotros hace gracioso esas malas pasadas, y llena de esperanzas el año que se avecina.

Hoy los fantasmas de este año no me atormentan, tengo gente maravillosa a mi alrededor, gente con la he que he cometido errores, gente que siempre ha estado incondicionalmente, gente que me ha fallado, gente que recién conozco y hace la vida de los seres que amo más feliz día a día, gente que se cruzó en mi vida, dejo grandes marcas, grandes heridas, grandes experiencias y que recordare hasta el día que muera; gente que no veo hace mucho, con la que pierdo contacto, aunque sea ocasionalmente, pero, tengo la certeza, que estoy en sus corazones; gente que me acompaña desde el primer día de mi vida, mi adorada familia, que amo segundo a segundo con más locura y desenfreno. Pienso también en las personas que vendrán, en las que volveré a confiar, en aquellos que me faltan por conocer y en aquellos solitarios con los que me gustaría estar.

Nunca sé cómo expresar en su totalidad todas las emociones que invaden mi corazón en los momentos que escribo, pero creo que hoy solo hay una palabra que necesito decir, TE AMO a cada uno de los que lean este pequeño presente navideño, a cada uno que piense en mí en alguna ocasión, a cada persona que ha compartido su felicidad, su tristeza, sus problemas, su soledad, su hiperactividad y su amor conmigo y también a todos con los que me falta compartir y crear recuerdos que perduraran por siempre en mi alma.

Aún hay millones de cosas que son necesarias decir a cada persona a las que van dirigidas estas humildes palabras, confió en que la vida me dé el tiempo, la sabiduría y la madurez para hacerlo; y así será. =)

Feliz Navidad a todos!, espero siempre estén con Dios y con la mejor de las estrellas en su caminar, Obren bien y bien recibirán, si obran mal, arrepiéntanse lo más rápido posible y pidan disculpas; porque si hay algo que aprendí este año, es que ningún dolor, ningún “condoro” y ninguna mentira supera el poder más maravilloso en la vida. El amor. MILLONES DE BENDICIONES PARA TODOS MIS SERES QUERIDOS QUE HAN APORTADO; APORTAN Y APORTARAN GRANES EMOCIONES EN MI VIDA. FELIZ NAVIDAD!!!!!!!

viernes, 19 de noviembre de 2010

No sé por qué hay que molestarse en buscar la felicidad, aunque es una respuesta obvia, ¿Quién no quiere ser feliz?, pero es tan extraño, tan bizarro pensar cosas, analizar cada acto, intentar ser una buena persona, cuando realmente sientes que la esencia de lo que intentas llegar a ser es solo eso, una esencia.

Cuando atravieso momentos como la desesperación del por qué vivir, siento que los minutos escapan de mis manos, y cuando recuerdo la felicidad perdida en el más recóndito de mis recuerdos, veo que son sensaciones perdidas en un espacio tiempo que ni siquiera puedo recuperar, viajo, veo, siento los rostros, las caricias, las miradas de los que fueron tiempos felices, he intento arreglarlo, intento unir cada fragmento, cada persona, cada sonrisa que me hacía sentir mejor, y cuando lo consigo, veo que es solo un espejo roto, en el cual mi rostro nunca se podrá ver de nuevo como solía hacerlo antes.

Miro hacia adelante, intentando desprenderme de esa infante felicidad, pero la palabra crecer atormenta cada uno de mis huesos, y de mis músculos, sin saber realmente que paso dar, hasta que finalmente lo doy, es curioso, duele, oprime cada célula inexistente de mi flagelada alma, asomándose a un futuro incierto, en el cual no sé si querré vivir.

Los errores de la vida hacen que cada paso avanzado quede cubierto de lágrimas, de sangre y de un poco de oscuridad, para así aprender a nunca más cometerlos, pero soy torpe, como cualquier simple mortal y realmente veo que no estoy ni un milímetro más cerca de encontrar la felicidad.

Así, cada minuto muerto de mi vida llama una nueva falena que se alimenta de un pedazo de alma y un trozo de corazón haciéndolo más vulnerable, más frágil y más indeciso.

Es una maravillosa vida, ¿no?, ¿por qué no vivirla? O, ¿Por qué vivirla? Si cuando salgo de mi gris burbuja veo gente sufriendo, gente con miedo, gente con arrepentimientos, emanando tristeza, angustias y temores por las calles, y aquellos pocos dichosos seres felices, obviando y dejando en el olvido a los más tristes; vuelvo a mi burbuja, que al menos me refugia y hace escribir a estas temblorosas manos, estas escrupulosas líneas de un erróneo existir.

Es imposible hallar belleza o luz cuando estas hundiéndote en preguntas, y no sé cómo evitarlo, no sé cómo evitar preguntarme que es lo que quiere la vida, que es lo que quiere Dios de mí, es imposible evadir las millones de posibilidades que tengo frente a mis narices, sin desfallecer, sin necesitar una bocanada de valor y un pequeño brillo parpadeante de verde esperanza.

Eso es lo que pasa, que cuando analizas los minutos arrancados de tu oxidado cuerpo, es inevitable pensar si lo estás haciendo bien, y reprocharte los malos pensamientos que en más de una ocasión han rondado tu mente, pero luego te levantas, dejas de pensar estupideces que ni siquiera a un octavo de la humanidad le importa y sigues adelante, dando los siempre primeros tambaleantes pasos que tiene la vida, porque nunca, nunca, aprendes a caminar y nunca, nunca sabes cuales debes dar.


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domingo, 14 de noviembre de 2010

Es difícil hablar de amor, cuando se tiene el corazón roto; bueno a estas alturas, mi corazón ya no lo está, pero aun siento como una parte de él fue hurtada, la inocencia…

Le conocí en mi época universitaria, el segundo semestre, un chico de mediana estatura, algo corpulento, de ojos comunes, pero profundos; misterioso, simpático… hermoso.

¿Qué inaudito es el amor?, puede pasar de los tonos más claros, a los más oscuros, con o sin matices, y miles de sentimientos, acciones y confusiones que te hacen sentir con vida. Una vida sin amor, se siente vacía, pesada y en todos los casos, monótona.

Por cosas del destino nos empezamos a hablar, uno que otro saludo por la universidad si topábamos, una que otra mirada a lo lejos, divisándonos, nunca en un sentido romántico, simplemente, interés.

Fue gracias a Facebook (bendita herramienta de comunicaciones) que me hiso llegar el primer mensaje de preocupación, al verme algo ofuscado por los pasillos del instituto, enojado, apenado y con miles de emociones negativas; ahí despeje dudas, aparte de lindo; preocupado, y más adelante descubriría que es muy inteligente también.

Hablábamos horas y horas, debatíamos distintos tipos de temas, era agradable tener alguien con quien charlar cosas de culto, alguien que tuviera una opinión sólida y formada. Entre los temas de conversación hablamos un día, de la homosexualidad.

Qué difícil es ser gay, no solo aquí en Chile, en todo el mundo; sentirte fuera de tono, extraño, un bicho raro por no sentir atracción sexual por el sexo opuesto, siempre he pensado que el amor transciende el género de las personas, es por eso que para mí no existen personas homosexuales ni heterosexuales, solo existen los actos denominados como tal.

El muchacho, evangélico y moralista, manifestó su desacuerdo frente a dichos actos, manifestando la “anti-naturalidad” de estos. Yo pensaba: “diablos, que mal que este chico no sea gay” (o como dije anteriormente, no manifieste deseos por dichos actos), en fin, yo ya me había resignado hace un tiempo de que él lo fuera, no lo parecía y no tenía ganas tampoco de averiguarlo, me gusta compartir con gente que tenga tema de conversación, y él lo tenía, me daba igual si fuese gay o no.

Un día nos juntamos en mi casa a charlar, fue una tarde genial, almorzamos, tomamos una cerveza (que al tiempo me dijo no le gustaba) y charlamos un buen rato; nos fuimos a dormir un momento y ahí fue cuando todo lo que pensaba dio un giro, el chico en cuestión me abrazo y estábamos tan cerca que podía sentir su corazón latir, fuerte, nervioso, como cuando estamos en esas instancias de arriesgarlo todo por el nada, o como este caso, por el todo. Me ahorrare los detalles de lo que paso después, momentos hermosos que elevaban mi alma a un plano desconocido por mí hasta ese momento… amor.

Pasaron meses, llegaron las vacaciones, nos comunicábamos pero ya no era lo mismo; me decidí a contar mi preferencia homosexual a mis padres… lo cual desato un pánico enorme, entre ellos, que el chico del cual estaba “flipado” se alejara de mí; el amor es misterioso, a veces muestra máscaras extrañas y en ese momento mi mascara era el orgullo; la molestia que sentía era tan grande, que preferí cortar todo tipo de contacto con él, mi corazón nunca iba a estar sincronizado con el suyo, eso era un hecho, yo viviendo mi vida tranquilamente, sin secretos, y él, escondiendo sus sentimientos; la verdad no me molestaba fingir en la universidad, no me importaba siquiera no hablarnos allí, pero él ni siquiera se tomó la molestia de hacerlo en otra parte.

Después de perder contacto, el destino nos reunió tres veces más, con estas cosas místicas de la vida en donde hablamos y nos comprendimos mejor. Nunca he creído en las coincidencias, él tampoco, así que decidimos volver a ser “amigos”, pero nada cambio las cosas, ni siquiera que yo me hubiera mudado a la cuidad donde estudiamos (vivía en un pueblo cercano a esta ciudad); para él, yo solo fui el chico que le quería y podía entregarle cariño cuando él lo necesitara.

Naturalmente, las cosas se gastan, y así se gastó la “relación” que teníamos; es cómico, su máscara fue la vergüenza, él no quería que nadie lo viera conmigo por temor a que los demás sospecharan que el también fuese gay. ¿Puede alguien vivir con vergüenza?, creo que es lo peor que alguien puede escoger para vivir, vergüenza de ser quien eres, vergüenza de encontrar la felicidad, vergüenza de no poder alcanzar tus sueños y vivir en la burbuja del prejuicio y la soledad.

Hace ya meses que no sé nada de él, el me arrebato lo más lindo que tiene el amor, la inocencia; algo que es muy difícil de recuperar cuando lo has perdido, y algo por lo que muchos lloraron, lloran y llorarán, algo que marca la diferencia entre el primer amor y los venideros, algo que todos perdemos tarde o temprano, con el pasar del tiempo.

Solo espero que su vida este llena de paz y valor, para que algún día alcance la felicidad… en cuanto a mí, ya he recogido todos los fragmentos de mi corazón y los he unido, con el afán de encontrar otra alma viajera, otro corazón con el cual poder compartir recuerdos, que solo Dios sabrá, si serán eternos.


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miércoles, 3 de noviembre de 2010


La inspiración es como una droga, una vez que la pruebas, es muy difícil dejarla, ¿que cosas inspiran?, un hermoso beso, niños jugando en el parque, el cielo después del infierno (un atardecer), los gloriosos ojos del universos, la música, un caldillo de congrio, las mujeres, los hombres, el erotismo, la sexualidad, Dios, una flor, un capricho, chocolate, una bailarina, un cigarro; la alegría, la tristeza; la salud, la enfermedad; la vida, la muerte.
El mundo es inspiración, una conexión extraordinaria con el cuerpo, las artes un torrente sanguíneo que recorre como lava nuestros sentidos, titireteando nuestro cuerpo, explayando nuestra conciencia, embriagándonos de lo hermoso que puede crear nuestro subconsciente, eso es inspiración, un viaje extrasensorial en donde nuestros cuerpos son un mero instrumento para crear las cosas más hermosas que alguien pueda imaginar…
Cuan pizzicato penetrando en nuestros oído, el más hermoso vals que decíamos bailar con el amor de nuestras vidas, dando vueltas  y vueltas, sin saber dónde irá a parar, sin saber donde llegaran (en este caso) lo hermoso de estas letras, creciendo, decreciendo, llegando o desvaneciéndose el interés de un lector, un oyente o un espectador anónimo del cual no conocemos nada, pero que sin duda capta, analiza, y desmenuza las incansables obras creadas, por una maquina invadida de emociones que expulsa todo  lo que tiene, todo lo que es realmente, y que paradójicamente no puede dejar de ser;  y lo que nadie puede dejar de ser:  un ser desterrador de actos, de palabras, de notas, de articulaciones, de gesticulaciones, invadido de pura inspiración.
¿Qué sería de mí, de ti, de nosotros sin esta maravillosa magia?, no sé si la inspiración sea una fuente inagotable de energía, espero que sí, a lo corta de mi vida, siempre llama, en cualquier momento, insistiendo ser escuchada, insistiendo querer salir. Espero que la magia nunca deje de venir, pues si un día llega a desaparecer, seré cual manguera en un desierto, sin un fin, sin la utilización para la que fui o siento que soy creado, seria simplemente un objeto del cual no requieren su utilización, un juguete sin su niño, o una flor sin destino a algún amor.

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martes, 2 de noviembre de 2010


En cada momento psicopasmático que recorre mi existencia en este segundo siento como la energía de mi interior se hecha a volar, pero a la vez, veo reprimido su viaje, sintiendo mi persona impotente, en un cielo del cual nunca podré disfrutar.
Cada letra, cada oración se arma como un rígido, flexible y armónico compas, porque es rígido en su composición, su estructura veraz denota cada compás con márgenes de los cuales no se puede salir, pero a la vez flexible porque con cada maravillosa nota tocada se siente un pequeño suspiro de poder volar.
El éxtasis de poder alcanzar todo y a la vez no ser físicamente capaz de alcanzarlo, perpetra mi alma en la más agobiante de las locuras.
De pronto se siente un torrente de energía, un impulso, un rio atravesando mi cuerpo, limpiándolo, erotizándolo, alterando cada uno de mis sentidos, desvaneciéndose, volando hacia un cielo gris que quiere llorar; comienza a llorar el cielo, sin ver la infinita belleza que tiene sobre su cabeza, una galaxia enorme, devastada de energía, con la necesidad de explorar hasta la parte más remota de mi cuerpo.
En gloria a Dios, en gloria a esa energía, que hiso mi cuerpo estremecerse haciéndolo desvanecer por minutos, pero siempre, resguardando y sellando mi alma aventurera.
El relajo de la experiencia, casi igual a después de hacer el amor, deja mi cuerpo levitando, recobrando lentamente mis sentidos, dejando a este pobre ser,  nuevamente en su ínfimo espacio tiempo, en el cual debe crecer. Estoy creciendo, déjame crecer más, deja ser solo de ti; un instrumente de TÚ paz, de MI paz, de NUESTRA paz.

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viernes, 29 de octubre de 2010


A lo lejos te miro,
Con mi rostro cubierto de maquillaje,
Haciendo reír a la gente y gastándole
Bromas a nadie.

Tengo tu recuerdo
Pues siempre te veo pasar
Con esa linda sonrisa tuya
Que ilumina todo mi portal.

Regalo globos sin cesar,
Y veo mil infantes caminar,
Pidiendo a sus elegantes, pero modestos papás,
Un globo nada más;

Haciendo nudos rápidos,
Preparo un gracioso animal,
Haciéndole gracia al niñito:
¡Que espectacular crear!;

Y es ahí cuando te veo,
Tan lindo y popular,
De ojos melancólicos
Y de risa peculiar.

Que más daría yo
Por captar tu atención
Pues aunque de payaso visto;
No alcanza mi esmero,
Sintiendo mi perdición.

Contigo cerca
Me siento morir:
¿Debería cambiar mi profesión?
Pues siento un mimo en mi corazón;
Y los colores se destiñen,
Cuando te marchas sin razón.

Mañana será otro día,
De arduo trabajar,
Implorando a mi Jehová,
Poder captar tu mirar.

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martes, 21 de septiembre de 2010

Le he dado vueltas a un asunto que no tiene pies ni cabeza, porque simplemente, en un espacio tiempo lineal, el orden no puede ser de otra manera… uno crece, para avanzar, para desarrollarse como persona, para construir un futuro.
¿Pero realmente avanzamos cuando crecemos?, es difícil descifrar ciertas cosas, personalmente al ir creciendo, siento que he avanzado, pero aun me faltan millones de montañas, valles, desiertos, mares, costas, prados, y volcanes por recorrer antes de decir que he logrado algo con mi vida.
Me entristece ver el mundo en el que vivo, el odio, la avaricia y  el rencor se han apoderado de una importante cantidad de seres humanos; a esto apunto, cuando hablo de avanzar, es imposible hacerlo mientras tengamos esos sentimientos en el corazón, tal vez consigan dinero, fama, propiedades, poder; ¿pero es realmente gratificante?.
¿Cuántos no hemos dicho “me gustaría volver a ser pequeño” o “crecer es una mierda”?, consiente o inconscientemente, decimos esto porque nos damos cuenta en la calidad de mundo en el que vivimos, y lamentablemente, en la calidad de vida que formaremos.
Somos tan, tristemente, vulnerables ante los sentimientos, y más aun, a los malos sentimientos, ¿por qué es más fácil hacer lo incorrecto a hacer lo correcto?, ¿por qué siempre es más fácil escudarse en una mentira, o vivir en ella, en vez de hablar con el corazón?, ¿por qué siempre es más fácil, preocuparse de uno mismo, que preocuparse por el hermano que esta a tu lado?. En teoría, el ser humano no es un animal, muchos los dicen, pero al ver la sociedad en la que vivo me doy cuenta que hasta los animales son más evolucionados que uno, es cosa de ver a los políticos, a los cabecillas de iglesias o a los lideres en un curso del colegios, mientras más poder puedan adquirir, mas ciegos a sus sentimientos positivos están. Es cosa de ver los conflictos en mi país; el odio mutuo del pueblo Mapuche contra el estado y nosotros, sus hermanos Chilenos; es cosa de ver a los afectados del gobierno militar, llenos de ira, pena, rencor y odio en sus corazones por un acontecimiento que dejo una herida, que nunca podrá sanar y si vamos a  un ámbito más general, simplemente hay que ver, a los grandes; temerosos de oponerse al más fuerte, a llevar a cabo sus ideales, a simplemente gritar BASTA, al abuso, al maltrato, a la explotación de la naturaleza y la humanidad, todo por miedo a un ataque nuclear.
Entonces, ¿Es esto avanzar?, ¿Es esto evolucionar?, no lo creo.
Si tan solo recordáramos la inocencia  de nuestra infancia, la época en que comíamos dulces, la época en la que el dinero no era lo más importante, la época en la que solo nos importaba jugar, reír, ser acariciado por nuestras madres y simplemente admirar todo, a través de esos ojos inocentes, llenos de brillo e ingenuidad.
Hoy en día la pena abunda en mi alma, al ver que los adultos han contaminado esa inocencia, han arrebatado sin consideración, han hurtado esa fragilidad impagable que tuvieron y que teníamos nosotros en un tiempo pasado imperfecto.
Solo ruego, porque algún día las personas habrán nuevamente sus corazones, acepten las pruebas de la vida, por muy duras que sean,  y que revivan esa inocencia que tenían de pequeños, que perdonen, que se autoperdonen, que sonrían, que se amen y por sobretodo que se respeten, para que así algún día, tener todas esas montañas, valles, desiertos, mares, costas, prados, y volcanes recorridos y poder decir que si hemos avanzado en nuestras vidas.


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domingo, 19 de septiembre de 2010

Escrito de Pedro Lemebel, inmenso escritor Chileno, sin embargo... hambriento y sediento de venganza, en el cual su literatura refleja (personalmente) que se alimenta constantemente del resentimiento y el odio del pasado he incluso del mismo presente; aun asi, no deja de tener razon, en un sentido hiperbolico de la palabra. y escupiendo un poco de veneno a la ciudadania que no encaja en sus pensamientos. ¿Como llegar a un consenso sin que el odio o la avaricia termine acabandonos?... dificl encrucijada...


LA VERGUENZA DEL VIL CENTENARIO

de Pedro Lemebel, el El Domingo, 12 de septiembre de 2010 a las 22:56
 
 Son tantos días que llevan mis hermanos mapuches en huelga de hambre, y este país glotón saciándose con sus asados de fiestas patrias, con sus banquetes por el vil centenario, por las reuniones de mantel largo que se les dará a las visitas imperiales que vienen a degustar el salmón al pil pil , el guachalomo frufrú o las papayas con albaca que les ofrecerá la presidencia de la derecha.
 La vergüenza es un manjar amargo que se masca y cuesta tragar, más aun cuando se sabe que un grupo de mapuches en el sur del país se niegan a probar bocado en señal de repulsa frente a la injusticia. En señal de protesta por la maldita ley antiterrorista que los tiene encarcelados y se les aplicó por defender sus derechos ancestrales. Una vez mas el pueblo mapuche es agredido en su propia tierra. Y digo “propia” porque estoy hablando de sus praderas verde olivar, de sus lomajes azules, amarillos, rosados que pinta el tornasol de las flores que en esta época acuarelan el paisaje sureño donde antaño la raza indómita miraba los amaneceres sin lentes de sol.
Resulta vergonzoso saber que este grupo de personas permanece encarcelado solo por manifestarse contra el yugo cultural impuesto. Y que hacer con esta rabia cuando vemos que los medios de comunicación casi no informan de esta protesta que puede terminar con algún comunero muerto por inanición.  Algunos de ellos tienen mareos y casi no se sostienen en pie. Nadie se preocupa tanto, y las autoridades y ministros faranduleros se hartan de comistrajos finos en los banquetes de palacio, cual obesos budas de la verborragia. Ojala les de colitis, una diarrea putrefacta que los arrastre por el water hasta el mismísimo mar. Y ni aun así se les borra la sonrisa hipócrita que lucen para las cámaras. Ni aun así dejan de masticar sus discursos entre canapé y canapé. Comen y comen y se comen a si mismos en la degustación mezquina de sus manjares y exquisiteces. Comer y cagar es su dieta para no saber que el grupo mapuche se niega a probar bocado, como si este gesto fuera un negarse a negociar, como si este gesto de mudez se negara a asumir el lenguaje del conquistador. “La porfía silencio es el estandarte de un pueblo que no le dio entrevistas a la historia”. No es el que calla otorga, aquí no hay nada que otorgar ni tranzar.
Viene el 18 de septiembre, y todos se preparan para la gran cena del bicentenario. Con empanadas de pavo o faisán, con asado de filete, mejor pescado, dice la ministra cuica tocándose la cintura de mosca, mordiendo apenas una aceituna rellena de anchoas. Mientras allá en el lluvioso sur las bocas cerradas de la tierra agonizan en su huelga de hambre. El invierno se termina, cae la ultima llovizna en la capital, también ruedan opacos lagrimones por la mejilla rugosa de una abuela machi. Llego de improviso la primavera, millones en fuegos artificiales para el vil centenario, vemos jirones de luces a lo Hollywood desde La Moneda. A los comuneros mapuches les enrejaron el cielo. Un estremecimiento de tripas marcará este dieciocho. La carne se quema en la parrilla, el vino blanco con chirimoya se entibia por el calor. El vahído de una nausea ancestral distorsiona el himno patrio que se escucha en casi todos los hogares chilenos.
 

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