domingo, 21 de octubre de 2012

No se cómo llegue a estas instancias, solo sé que te tengo aquí, a mi lado, al volante de tu camioneta; mirándome con esos ojos que tanto me gustan, sonriendo ampliamente, manifestando una felicidad que jamás había visto en ningún ser humano ni que tampoco sabía que podría existir . No articulamos palabras, pues evidentemente sobran; ¡¡¡DIOS!!! Quizás que cara tendré!, debe ser un poema a la idiotez… nunca me he sentido enamorado ni mucho menos había sentido una felicidad tan plena como hasta ahora, siento mis mejillas sonrojadas y mi corazón en la garganta, las mariposas no son nada con la oleada de sentimientos que siento en este momento. Estacionas el vehículo, miro el paisaje, estamos rodeados de árboles, ¿Un bosque? -pienso- cuando tu mano tocando la mía me distrae completamente, otra vez mi corazón… tonto y delatador ¿Acaso ya sabrá cuan emocionado estoy al tener su mano sobre la mía? Nos miramos a los ojos, no me dice nada y no necesito que lo haga, su mirada hace un monologo solo tangible en mis pupilas, me está entregando todo, quiere desatar todo el deseo reprimido que lleva dentro, me dicen “te amo”, “te necesito”, “te deseo” y él sabe que yo también lo hago, sabe que mi alma siempre lo busco y espero, ahora no existen problemas; angustias, penas, ni una sociedad que nos juzgue. Me incorporo a sus desesperados deseos y le beso, le acaricio el cabello de la nuca mientras inhalo el exuberante perfume de su piel; el me acaricia la mejilla izquierda mientras su mano acaricia mi entrepierna por sobre la tela del pantalón. Por mi parte comienzo a desabotonar su camisa, necesito derribar esa barrera que impide recuperar lo que alguna vez fue mi otra mitad. Ya casi desnudos, un poco impacientes cada cual se deshace de sus respectivos pantalones y bóxer, ahora somos solo él y yo en una camioneta perdidos en nuestro bosque. Tiramos los asientos hacia atrás y él ágilmente se pasa a mi lado, nuestros penes se rozan mientras nos comenzamos a besar tiernamente. Una pequeña risa se escapa de sus labios cuando nos quedamos mirando por un segundo, ya está: estamos juntos y no hay nada más importante en el universo que sentir el peso de nuestros cuerpos sobre el otro queriendo fusionarse ilusoriamente. Lo beso desesperadamente, detonando toda la pasión y la lujuria que nuestros cuerpos y genitales tienen para expresar, me toma fuertemente del pelo y sin dejar de besarnos comenzamos a mover nuestras caderas, brusca, pero armónicamente: provocando un violento pero placentero roce en nuestros sexos. Se incorpora tiernamente en mi pelvis, abriéndole camino a mi miembro, notando su calor. Me inclino a penas para que nuestros cuerpos se acoplen mejor, es maravilloso el ambiente, nuestros aromas quedan tan bien juntos, el sudor en su frente se ve tan varonil y el rubor de su cara tan inocente, ¿Cómo no amar a semejante hombre? Tierna pero intensamente lamo el lóbulo de su oreja, mientras el acomoda mi pene es su orificio y comienza a presionar, no paramos de gemir, se toma un tiempo para instruir a sus entrañas sobre el nuevo visitante que alojara desde esta noche y de por vida; seguimos besándonos y acariciando cada centímetro de nuestra piel, intento buscar su pene para propiciarle un poco de estimulación, pero mi amante retira la mano. Entendiendo lo que intenta decirme, y enfocó toda mi atención en su rostro, su expresión de dolor y deseo hace que mis hormonas enloquezcan, la tensión y la flexibilidad de sus músculos son un compas erudito al trance de amar, me mira con satisfacción, se acerca y me besa solo como el sabría hacerlo y me deja su fogoso aliento al terminar de fusionar nuestra carne. Cuando ya se hubo acostumbrado, sentí como su pelvis propiciaba movimientos curvilíneos sobre mi; ¡DIOS!, ¡Que placer!, sentía que mi alma salía y volvía a entrar en mi cuerpo mientras yo acariciaba sus pectorales, sus brazos, su cara angelical. Me incorpore después de un rato y puse a mi acompañante de espaldas a mi, sin salir de él para brindarle más placer… Arqueo su espalda hacia a mí, quedando su cabeza pegada por un costado a la mía y en un susurro me dijo “me corro” dejando su vientre y mi brazo impregnado de su semen, elixir del universo; sus contracciones anales hicieron alcanzar el clímax de la excitación vaciandome en sus entrañas. Todo iba en retrospectiva, en un momento pensé que desfallecía, las imagen se hacía borrosa, el olor a sexo se hacía menos envolvente y el calor de su cuerpo fue desapareciendo junto al mío. Había despertado, solo, vacío y descomunalmente excitado en mi cama. Me levante, moje mi rostro e intente recordar aquel rostro, aquel aroma, aquel calor, aquel sentimiento que jamás antes había experimentado en mi vida pensando si en algún lugar, en algún espacio o incluso en algún mundo habría alguien que al igual que yo había disfrutado del mismo sueño, pero conmigo…

miércoles, 11 de abril de 2012

He dejado pasar mucho tiempo antes de escribir un par de líneas que exorcicen de mi alama el dolor y el infierno interno en el que vivo desde que la persona que mas me enorgullecía e inspiraba respeto, decidió arruinar mi vida. Estas líneas son escritas por ti, por tu causa, por tu falta de respeto y por tus errores, padre.

¿Cuanto se nos tiene permitido errar por el simple hecho de ser humanos?, cuanto tiempo es necesario para descubrir que todo lo que haces, tocas, ves, respiras, crees es un error, un pecado, una traición? Me niego a creer que los seres humanos somos tan estúpidos, hay errores que la ignorancia puede justificar, pero el error que has cometido tu, no tiene ni la mas mínima justificación, menos cuando tu justificación era no perdernos, esperar a que tus espermios estuvieran mas grandes y que pudieran comprenderlo mejor; no hay edad para comprender lo idiota que has sido, no hay edad para asimilar la traición y no hay edad para perdonar este tipo de error.

Aun a miles de kilómetros lejos de mi hogar, el fantasma de tu falta no deja mis sueños en paz, ni siquiera mi realidad, pues no solo destruiste mi vida, lo que es aun mas imperdonable, destruiste la vida de los seres que mas amo en este mundo, mi madre y mi hermanita.

Nunca quise que pensaras, que por el simple hecho de que los tramites del divorcio estén casi listos, tu hija te haya vuelto a hablar, que yo nunca te di la espalda ni deje de hablarte, ni siquiera porque tu dinero paga nuestros gastos y formación, pienses que mi perdón o el de los seres que alguna vez conformaron tu mundo imaginario de una familia perfecta algún día llegásemos a perdonarte.

TU TRAICION TE PERSEGUIRA HASTA EL ULTIMO DIA DE TU PENOSA, EGOISTA Y ESTUPIDA EXISTENCIA.

Lamento si no hay reiteraciones de cualidades o lindas palabras en este texto, todas estas te las he dejado a lo largo de mis 21 años en cartas para el día del padre, en brindis de cenas que memoraban mis éxitos alabando que tu eras uno de mis mayores ejemplos a seguir, que todo lo que he logrado y el éxito que me imponía alcanzar era para retribuir tu extenúe trabajo y tu infinito amor; mas hoy, mi alma y mi corazón se descomponen con el simple hecho de pensar que has destruido todo, que cada palabra o acción tuya en este ultimo tiempo no es mas que una forma mecánica de decir “perdón”, que ni siquiera has sido lo suficientemente hombre de alabar, rogar, suplicar el perdón de la única mujer que te ha sido fiel en cada paso de tu vida, de tus logros y de tus caprichos; ella puede tener defectos, como todos, pero es la mujer con el corazón mas puro, con la fuerza de voluntad mas grande, con la confidencialidad mas inquebrantable, y con el amor mas innegable que pudo estar a tu lado, y que lamentablemente no supiste valorar, ni ser lo suficientemente valiente de hablarle con la verdad desde un principio.

Siento que tengas que cargar con esto el resto de tu vida, lamento profundamente que tus hijos ni tu ex mujer podamos perdonar tus fechorías. Pero el día en que pienses que tus errores no son lo suficientemente grandes, el día en que pienses que es común la infidelidad en todo el mundo y que este caso es igual a miles de otros; Recapacita y condénate que has sembrado el dolor, el odio, la pena y el rencor en corazones lo suficientemente puros, en corazones lo suficientemente vulnerables, en corazones lo suficientemente ingenuos que creyeron en tus mentiras durante seis años y que hoy, toda esa mierda sembrada, crece día a día en nosotros, matando nuestras ilusiones y nuestras esperanzas, en el amor y la sinceridad que debería poseer todo ser humano.

Destruido, tu hijo

PD: Aun así, aun con todo, uno no decide a quien amar, aun así eres mi padre y aun así te amo, pero eso no quita que la vergüenza y la deshonra que has cometido pueda llegar a ser perdonada.

lunes, 30 de mayo de 2011

Así concluyo un nuevo día de sentimientos encontrados y es cuando miro tus hermosos ojos, cuando encuentro minutos de agonizante paz.

Pensaba que al palpar imágenes reprimidas en mi imaginación iba a poder ser capaz de experimentar un poco de esa felicidad anhelada desde mi uso de razón, pero siento que al palpar la realidad, muchas veces sienta mejor la utopía de tu maravillosa sonrisa, dedicada solo a mi.

No han pasado ni siquiera dos días desde que soy testigo de tu espectacular existir, y soy consciente de que tal vez mis sentimientos sean turbulentos y muy apasionados, pero es justamente lo que soy… un océano abatido por sismos inestablemente terrenales.

No sé qué pensar o decir, pero sé que las palabras sobran y a la vez faltan; pues no sé qué sientes ni que piensas, no se que crees o que haces… y sobre todo, no sé si realmente seré tan importante como lo eres tú para mí.

Entonces, como método de autodefensa, omito cosas, hago de mi boca un dique que intente contener mi turbulento océano de palabras, sentimientos y pensamientos; pero con cada gesto reprimido siento que no quiero acercarme al sentimiento más anhelado y repudiado a la vez; el amor.

Tengo ganas de cambiar al mundo con una palabra que desconozco totalmente; y no sé cómo romper la barrera que me separa de está sin tener el asqueroso presentimiento de extirparte de mi vida y saber que nunca me perteneciste, ni yo a ti.

Justo ahí es cuando prendo un cigarrillo y siento el alivio de aniquilar mi vida dos minutos más, y de atontar la razón de mi irrazonable cuestionamiento, si es mejor mantenerte en mis sueños o si realmente vale la pena amarte irrazonablemente.

Mientras caían las hojas de los árboles y se consumía el cigarrillo que sostenía entre mis delgados dedos

Pensaba en las aventuras que he tenido en el amor

Sentía mi corazón reprimido entre cadenas del infortunio

Y las posibilidades nulas que tenia de ser feliz junto a alguien

Me dedique a mirar a las personas que tenía a mí alrededor,

¿Cuántas posibilidades desconocidas tenia para ser feliz?

Pero lamentablemente, seguirán siendo una interrogante

Que no me sacaran de mi dolor.

Que maravilloso seria abrazarte y decirte cuanto te quiero…

Pero no apareces y tengo solo tu silueta en mis pensamientos…

Rondando, sonriendo… pero sin palpar el majestuoso brillo,

De tus preciosos ojos.

¿Acaso me estaré volviendo loco?

¿Amando a alguien que ni siquiera tengo?.

Sigo dando pasos en esta fría tarde de otoño

Pensando, viéndote

Deseando que cada vez estés más cerca

Deseando con más ganas que ayer,

Que hoy sea el día, que nuestros caminos se crucen

Y poder decir ese “te amo” que tanto anhelo exhalar…

Solo faltaron aquellas cursilerías esenciales de películas hollywoodenses para que la intensidad de aquella noche fuese plasmado en vídeo y conmoviera a un sin fin de personas.

Han pasado solo unas horas y ya siento la soledad de mi cuerpo, carente de ti; pero al menos, mi mente y mi corazón están adormecidos por la suave y exquisita droga de la felicidad.

Tus eternos besos vuelven a mi memoria con tanta pasión y tanto compromiso que si de eso viviera la gente, estoy seguro que yo sería inmensamente millonario; tocar tu perfecta piel, tu perfecta cara y tener solo para mi tu perfecta sonrisa y esos maravillosos ojos, hacen de mí el ser más afortunado de este mundo.

Uno nunca sabe cuánto durara la felicidad, lamentablemente, esos pensamiento permanece siempre en nuestros corazones como una espina, que con cada movimiento, con cada caricia de amor y pasión molesta un poco al corazón; pero, ¿Qué importa cuánto dure la felicidad?. Mientras queramos que dure, durara.

No puedo evitar tener pensamientos egoístas y solos disfrutar de este sentimiento para poder intensificarlo cuanto más pueda y poder así, intentar, hacerte el hombre más feliz del mundo.

Problemas, quejas, inseguridades, resentimientos, son cosas que quiero dejar fuera en este momento, y solo quiero vivir el hoy y el ahora, solo si es junto a ti; resulta todo tan mágico, que justo en vísperas de mi estación favorita, tengamos el placer de poder palpar la felicidad que se nos presenta en el día de hoy.

Solo me queda decir, que quiero proteger a mi príncipe, quiero proteger el nuevo reino de felicidad que ha germinado, de dos reinos de soledad y proteger por sobre todo, este sentimiento tan maravilloso; que experimentar, nunca pensé.

Esta era una vez, un Príncipe, encantador, inteligente, caballero y muy educado de alguna ciudad que ya nadie recuerda.

En aquella ciudad reinaba la paz y la armonía, la gente era feliz y honrada, pero muy conservadora.

El Príncipe, que todo lo tenía, un día se enamoro; en un baile de mascaras, por el cumpleaños de su reina madre, fue en donde le conoció: Giovanni, el príncipe de tierras cercanas, le robo el corazón. No necesitaron palabras para saber que estaban perdidamente enamorados, pero también sabían que su amor nunca sería bien visto, menos en ellos que deberían cargar con la responsabilidad de guiar a su reinado por el camino de la felicidad y la moralidad.

Cierto día, ambos príncipes quedaron de juntarse en una pequeña isla que quedaba en medio de ambos reinados. En aquella isla ellos podían ser quienes realmente ellos eren: Los reyes de ese hermoso lugar. Realmente, ambos no necesitaban nada más; solo esa isla y el amor incondicional del otro. Pero ese día seria distinto, ese día algo quebraría la inocente felicidad de aquellos príncipes, sumergiéndolos nuevamente en una desesperante angustia y una inestable soledad.

Giovanni debía esposarse con una Princesa de Tierras lejanas, para expandir la felicidad de su reino hacia rincones desconocidos del planeta. Ambos príncipes estaban desconsolados; sabían que debían separarse y aquello les rompía profundamente el corazón. Sin tomarse demasiado tiempo, se besaron tiernamente y se dijeron adiós.

Esa misma noche El príncipe tomó una decisión: Llevándose su corsé, su espada, su arco y su flecha se marcho del reino, dejando solo una carta con una confusa explicación:

“Acabo de comprender que no pertenezco a este lugar, que riquezas y felicidad no es realmente lo que busco, aun hay muchas cosas que no entiendo, ni del mundo, ni de mi mismo. Por eso me levanto de mi trono y me voy para siempre, seré un soldado sin hogar, que luchara por ideales y por amor. No necesito aceptación, por el momento, pero si luchare para que todos los que alguna vez se sientan como yo, puedan ser libres de tener un reinado con quien quieran; sin miedo ni remordimientos, pues la felicidad que todos gozan, no es realmente de todos, y en vez de felicidad, solo hay miedo y represión.

No quiero sonar mal agradecido con mi destino, pero aun no puedo ser rey, tal vez nunca estén listos, para un rey como yo, por el momento luchare por otros reinos que prediquen justicia y quien sabe si en otra vida, pueda ser el rey que todos y que yo mismo deseo ser.

Con amor. El principe”

Así el príncipe se alejo, de su por siempre feliz reino; buscando un mundo que lo aceptara y entendiese lo que realmente significa la palabra felicidad.

sábado, 12 de marzo de 2011

En la mañana desperté con deseos de que me amaras

Y con la extraña sensación de querer iluminar tu vida

Quisiera que al despertar, fuera yo

El único rondando tus pensamientos

Y que al escuchar una canción de amor,

Sientas mi corazón ensamblado al tuyo ;

Quisiera que desfallecerás, al tan solo imaginar que desaparezco de tu vida

Y que se te oprima el pecho,

Cuando sientas que una canción de desamor suena.

Quisiera llevarte de la mano

He imaginar que volamos,

Sentir la brisa juntos

Y dedicarnos un Te Amo.

Quisiera explorar las profundidades del mar

Y que tus besos sean mi oxigeno,

Para poder respirar.

Quisiera bailar un tango, acoplados

Y poseer tu cuerpo, con gracia y existir por siempre sincronizados

Quisiera ser tu última palabra

Al despedirse el día

Y ser el primero en localizar tu calma

Cuando sientas agonia.

Quisiera evaporar tus lágrimas,

Con un solo mirar

Y que cuando lo comprendas

Vuelvas a respirar.

Quisiera tomar tus labios

Y ser en ellos una palabra perdida

Un beso reprimido y un grito desesperado

Pues quisiera ser todo;

Lo bueno, lo lindo y también lo malo.

Quisiera que tu cuerpo reaccionara,

Con el más mínimo contacto

Que tu respiración se agite

Y no des abasto.

Quisiera todos tus sentimientos de amor

Más no de odio;

No obstante, quisiera tu odio,

Solo si me odias cuando no esté presente

Pues me odiaría, si no te pudiese proteger.

Quisiera todo de ti…

Pero lo que más quisiera en el mundo,

Es que tu sintieras, lo mismo que siento hoy por ti.

 

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