He dejado pasar mucho tiempo antes de escribir un par de líneas que exorcicen de mi alama el dolor y el infierno interno en el que vivo desde que la persona que mas me enorgullecía e inspiraba respeto, decidió arruinar mi vida. Estas líneas son escritas por ti, por tu causa, por tu falta de respeto y por tus errores, padre.
¿Cuanto se nos tiene permitido errar por el simple hecho de ser humanos?, cuanto tiempo es necesario para descubrir que todo lo que haces, tocas, ves, respiras, crees es un error, un pecado, una traición? Me niego a creer que los seres humanos somos tan estúpidos, hay errores que la ignorancia puede justificar, pero el error que has cometido tu, no tiene ni la mas mínima justificación, menos cuando tu justificación era no perdernos, esperar a que tus espermios estuvieran mas grandes y que pudieran comprenderlo mejor; no hay edad para comprender lo idiota que has sido, no hay edad para asimilar la traición y no hay edad para perdonar este tipo de error.
Aun a miles de kilómetros lejos de mi hogar, el fantasma de tu falta no deja mis sueños en paz, ni siquiera mi realidad, pues no solo destruiste mi vida, lo que es aun mas imperdonable, destruiste la vida de los seres que mas amo en este mundo, mi madre y mi hermanita.
Nunca quise que pensaras, que por el simple hecho de que los tramites del divorcio estén casi listos, tu hija te haya vuelto a hablar, que yo nunca te di la espalda ni deje de hablarte, ni siquiera porque tu dinero paga nuestros gastos y formación, pienses que mi perdón o el de los seres que alguna vez conformaron tu mundo imaginario de una familia perfecta algún día llegásemos a perdonarte.
TU TRAICION TE PERSEGUIRA HASTA EL ULTIMO DIA DE TU PENOSA, EGOISTA Y ESTUPIDA EXISTENCIA.
Lamento si no hay reiteraciones de cualidades o lindas palabras en este texto, todas estas te las he dejado a lo largo de mis 21 años en cartas para el día del padre, en brindis de cenas que memoraban mis éxitos alabando que tu eras uno de mis mayores ejemplos a seguir, que todo lo que he logrado y el éxito que me imponía alcanzar era para retribuir tu extenúe trabajo y tu infinito amor; mas hoy, mi alma y mi corazón se descomponen con el simple hecho de pensar que has destruido todo, que cada palabra o acción tuya en este ultimo tiempo no es mas que una forma mecánica de decir “perdón”, que ni siquiera has sido lo suficientemente hombre de alabar, rogar, suplicar el perdón de la única mujer que te ha sido fiel en cada paso de tu vida, de tus logros y de tus caprichos; ella puede tener defectos, como todos, pero es la mujer con el corazón mas puro, con la fuerza de voluntad mas grande, con la confidencialidad mas inquebrantable, y con el amor mas innegable que pudo estar a tu lado, y que lamentablemente no supiste valorar, ni ser lo suficientemente valiente de hablarle con la verdad desde un principio.
Siento que tengas que cargar con esto el resto de tu vida, lamento profundamente que tus hijos ni tu ex mujer podamos perdonar tus fechorías. Pero el día en que pienses que tus errores no son lo suficientemente grandes, el día en que pienses que es común la infidelidad en todo el mundo y que este caso es igual a miles de otros; Recapacita y condénate que has sembrado el dolor, el odio, la pena y el rencor en corazones lo suficientemente puros, en corazones lo suficientemente vulnerables, en corazones lo suficientemente ingenuos que creyeron en tus mentiras durante seis años y que hoy, toda esa mierda sembrada, crece día a día en nosotros, matando nuestras ilusiones y nuestras esperanzas, en el amor y la sinceridad que debería poseer todo ser humano.
Destruido, tu hijo
PD: Aun así, aun con todo, uno no decide a quien amar, aun así eres mi padre y aun así te amo, pero eso no quita que la vergüenza y la deshonra que has cometido pueda llegar a ser perdonada.
miércoles, 11 de abril de 2012
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